domingo, 30 de diciembre de 2007

NI TAN TAN, NI MUY MUY


Se realizaron las elecciones generales y el 10 de diciembre asumió el nuevo gobierno nacional que, a decir de verdad, a estar por la designación de ministros, no es tan nuevo. Esto no es, en primera instancia, ni bueno ni malo. Depende de las idoneidades, cualidades y sospechas que pueden caer sobre los designados. Es verdad, una mujer asumió por primera vez en forma directa la presidencia de la República y eso sí es nuevo. Su discurso en la asunción de su cargo tiene algunas afirmaciones positivas que implican, en cuanto no sean sólo palabras, una toma de `posición frente a problemas graves que afectan a la sociedad argentina. Uno de ellos, fundamental por su implicancia, el relativo al deterioro de la educación y a las responsabilidades.
Lo hemos dicho antes y no vamos a cambiar de opinión ahora, no nos gustó el mecanismo de elección de los candidatos en donde el dedo reemplazó a la voluntad de los afiliados de los partidos, la mayoría de ellos, es verdad, divididos y maltrechos.
Sería injusto no reconocer lo hecho durante la presidencia del doctor Kirchner, a la luz de la situación que viviamos en diciembre de 2001 en que estuvimos al borde de una guerra civil. También lo hemos dicho, estamos de acuerdo con los lineamientos generales en las relaciones internacionales, el impulso a la unidad latinoamericana y al Mercosur y no dejamos de reconocer las mejoras sociales que ha ido alcanzando una parte postergada de la sociedad argentina.
Pero urge recuperar el dominio en el manejo de transportes, energía, comunicaciones e industrias básicas, para dejar de ser presos de los monopolios. Asimismo, reconstruir la cultura del trabajo asegurando un ingreso mínimo, vital y móvil. También urge reconstruir el ingreso de los jubilados cuya inmensa mayoría percibe la jubilación mínima.
Debe prestarse atención a las cuestiones culturales. No todo el mundo en Argentina está para ver y escuchar basura. El espectáculo de despedida de Julio Bocca, espectáculo gratuito y en la vía pública, mostró que cientos de miles de personas no están dispuestas a revolcarse en el estiercol de la mayoría de los espectáculos y programas televisivos
Hay capítulos gravísimos que no sólo no se han morigerado sino que se han agravado hasta límites intolerables: uno es el de la seguridad; el otro es el del narcotráfico, que está haciendo estragos en todos los estratos y edades de la sociedad argentina. Son problemas que se retroalimentan a la luz de las complicidades y de la corrupción estructural existentes en todos los niveles.